DECLARACIÓN DEL CPPSC ANTE LAS CONSECUENCIAS DEL AISLAMIENTO
Desde el Centro de Prácticas Pedagógicas y Sociocomunitarias (CPPSC) queremos manifestar un conjunto de preocupaciones ante los efectos que el aislamiento social -como medida preventiva del contagio de covid -19- tienen sobre nuestro funcionamiento como espacio institucional y colectivo, y especialmente sobre los sectores populares con los que nos encontramos trabajando.
El tabicamiento social a raíz de las restricciones para circular en la vía pública decretado por las autoridades nacionales y provinciales ha generado, lógicamente, la imposibilidad de dar continuidad a las prácticas sociocomunitarias que veníamos desarrollando en diversos territorios de la Ciudad de San Luis con sectores populares. Puesto que de ninguna manera, por nuestra forma de concebir este tipo de prácticas, podrían sostenerse de manera virtual, más allá de los discursos ingenuos del optimismo tecnológico que con preocupación vemos circular actualmente en la UNSL y en nuestra provincia.
Nuestra tarea se ha visto reducida a realizar relevamientos de las condiciones existenciales de estos sectores en esta coyuntura, coordinar colectas y distribución de alimentos para los mismos, y especialmente a exigir al Estado, vía
autoridades rectorales, el desarrollo de políticas sociales que atiendan las necesidades y urgencias de los sectores populares. Somos conscientes de que las acciones paliativas y excepcionales se sostienen en el voluntarismo y la solidaridad de algunas personas con los sectores más desfavorecidos, pero que de ningún modo alcanzan a cubrir las necesidades ni pueden sostenerse a largo plazo; y en nuestro caso, no forman parte de los objetivos y funciones que abrazamos como Centro.
Lamentablemente nos parece que las acciones que se vienen realizando desde los gobiernos provincial y nacional resultan insuficientes y, de manera alarmante están más centradas en la represión que en la atención de las necesidades concretas de salud y alimentación. En este sentido, no ignoramos y repudiamos enérgicamente las situaciones de abuso de autoridad y violencia de parte de la fuerza policial, a las que están particularmente expuestos los sectores populares, que cuando no son invisibilizadas o acalladas consiguen aparecer en algunos medios de comunicación no hegemónicos o a través de denuncias en redes sociales. Bajo el discurso del “cuidado” se esconde un disciplinamiento social que resulta más crudo aún en sectores sociales que ya sufren la violencia estructural de la desigualdad social.
También repudiamos la falta de políticas y acompañamiento real de los Estados, en los casos de violencia contra niñxs y jóvenes, contra mujeres y disidencias sexuales. Esto ha sido otro aspecto que el aislamiento social ha incrementado y encrudecido. Denunciamos y exigimos que los organismos encargados de esta problemática, den respuestas concretas y asistencia integral a las víctimas. No sirve de nada crear ministerios y secretarías, si al mismo tiempo no se destina mayor presupuesto para encarar las problemáticas que hoy afectan a estos colectivos. No se trata de poner a disposición mayor cantidad de medios para realizar denuncias, se trata de garantizar políticas que apunten al cese de las violencias.
Denunciamos y repudiamos que la medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio en el marco de esta emergencia sanitaria, descuida problemáticas que hace tiempo representan grandes dificultades en nuestra sociedad, y que ahora, a raíz de la pandemia vemos acrecentadas.
Exigimos que los Estados realicen acciones tendientes a resolver la emergencia alimentaria, la violencia y el abuso contra niñxs, la violencia de género, el desempleo, la precarización laboral, y la violencia y el abuso policial.
Por nuestra parte, esperamos poder recuperar pronto nuestro espacio de reflexión y trabajo comunitario y colectivo presencial, que busca favorecer la organización de los sectores populares, la formación y el compromiso universitario, en una relación con la comunidad que no quede entrampada y trascienda el asistencialismo o extractivismo universitario del que quisiéramos poder diferenciarnos.
